Este martes, María del Monte ha compartido en Y ahora Sonsoles una emotiva reflexión sobre cómo vive la Navidad en la actualidad. Al ser preguntado por Sonsoles Ónega sobre sus planes para Nochebuena, la artista ha hablado sobre los cambios que estas fechas han tenido para ella a lo largo de los años.
«Lamentablemente, hay muchas sillas vacías. Cada Navidad es distinta, no sabemos si para mejor o para peor. Es verdad que se mueren unas cosas, digo cosas, no personas, pero nacen otras», ha afirmado la cantante.
Asimismo, la vocalista ha recordado celebraciones decembrinas pasadas, caracterizadas por reuniones multitudinarias. «Yo recuerdo que en la Navidad de mi casa podríamos ser 40 o 45, una burrada. Después van pasando circunstancias que obligan a mermar ese número de personas», ha explicado.
Sin embargo, lejos de centrarse en la nostalgia, Del Monte ha subrayado la importancia de valorar a quienes permanecen cerca: «La parte buena es la que hay que mirar siempre (...) Los poquitos que vayamos siendo somos los de verdad y todo ese cariño que antes teníamos que repartir lo enfocamos más con los que nos rodean».
La tonadillera también ha destacado la necesidad de honrar la memoria de los ausentes manteniendo una actitud positiva. «Estamos formando parte de este juego que se llama vida y, mientras la tenemos, por los que además no están, hay que seguir jugando», ha comentado.
Finalmente, ha asegurado que encontrar fuerza en imaginar cómo querrían verla las personas que ya no están es una motivación constante para ella: «A mí lo que me da ánimo, fuerza, que estimula mi alegría... es pensar cómo quieren verme».