La paternidad ha cambiado el presente de Rafa Nadal. También lo hará con su futuro. El mejor tenista español de todos los tiempos no piensa en la retirada, ya que aún le queda cuerda para rato dentro de las pistas. Sin embargo, también hace avances fuera de ellas para cuando ese momento llegue. El balear se ha embarcado recientemente en una nueva aventura empresarial. Se llama Zel, una cadena hotelera que pondrá en marcha junto al grupo Meliá.
Además, Nadal y Mery Perelló, que celebran su tercer aniversario de boda, estrenarán próximamente nueva casa, cuyas obras, según Pronto, acabarán la próxima primavera. Construida en un terreno por el que Nadal pagó 4 millones de euros, la mansión está en Porto Cristo y, por su privilegiada ubicación, ofrece unas vistas inmejorables al mar y as u barco, un catamarán de 24 metros de eslora y un precio de 5,5 millones.
En una rueda de prensa reciente, el tenista habló sobre lo que ha supuesto la llegada de su hijo tanto para él como para su mujer. "Es una nueva etapa, bonita y diferente", confesó.
Rafa dejó claro que su bebé ha supuesto una pequeña revolución, pero está muy satisfecho con ello: "Todos los cambios requieren un proceso de adaptación para seguir haciendo tu vida con la mayor normalidad posible".
Además, cree que "de alguna manera, al ser este el primero, se tiene más preocupación y atención de lo que ocurre cuando hay más hijos". Y esto demuestra que él, a pesar de encontrarse mucho tiempo alejado de su pequeño, siempre está pendiente de él.