La enviada especial de la agencia de refugiados de Naciones Unidas Angelina Jolie visitó el martes campamentos de musulmanes rohinyá en Bangladesh provenientes de Myanmar y condenó el fracaso de los países para evitar una crisis que provocó el desplazamiento de sus hogares de 730.000 personas.
La actriz de Hollywood se dirigió a una multitud de personas en el campamento Kutapalong, el mayor asentamiento de refugiados del mundo, en el distrito Cox's Bazar de Bangladesh.
Jolie dijo que se sentía «conmovida y orgullosa de estar con ustedes hoy».
«Tienen todo el derecho a no ser apátridas y la forma en que han sido tratados nos avergüenza a todos», dijo la actriz, quien agregó que la crisis fue resultado de décadas de una discriminación que no fue abordada. «Lo más trágico de esta situación es que no podemos decir que no tuvimos una advertencia», agregó.
La visita de Jolie se dio mientras Naciones Unidas dijo que estaba preparándose para lanzar un nuevo pedido de 920 millones de dólares para apoyar a los refugiados, que huyeron de una brutal represión militar en el vecino estado de Rakhine, en Myanmar, en respuesta a ataques militantes en agosto de 2017.
Investigadores de la ONU han acusado al Ejército de Myanmar de llevar a cabo matanzas masivas y violaciones con «propósito genocida» durante una ofensiva que causó estragos en cientos de pueblos de rohinyás en el estado occidental de Rakhine.
Myanmar niega la acusación y dice que la ofensiva fue una respuesta legítima a una amenaza insurgente y se ha comprometido a recibir de vuelta a los refugiados. Pero la ONU dice que las condiciones aún no son las adecuadas para que regresen.