Su última aventura encarnando a la pirata más cañera del séptimo arte está arrasando en taquilla, ha trabajado para grandes directores como Woody Allen o Almodóvar, es la primera actriz española en ganar un Oscar y hace pocos meses que su nombre adorna el conocidísimo Paseo de la Fama. Nuestra actriz más internacional habla del feliz momento que está viviendo en lo profesional y en lo personal.
El número de julio de la edición española de Vogue ha volado a la cuna del cine para entrevistar a una de las artistas del momento: Penélope Cruz. La de Alcobendas no puede negar que la vida le sonríe y admite que 23 años después de ponerse por primera vez delante de una cámara, la vida no ha parado de darle agradables sorpresas.
«Yo sólo quería ser actriz o bailarina y todas las noches rezaba rezaba para conseguir un trabajo que no fuera aburrido y que me inspirase levantarme cada mañana. Mi deseo se convirtió en realidad». Pe ha vivido mucho desde entonces y confiesa que lo mejor de todo son «las experiencias, que sin duda son el mayor premio porque te permiten conocer gente muy interesante y viajar por el mundo viviendo aveturas».
La estrella reconoce que nunca se imaginó qué le iba a deparar el destino ya que cuando comenzó reconoce que lo que más le soprendió fue ser capaz de «sobrevivir cada día y poder vivir de mi trabajo».
A pesar de que está saboreando su momento más dulce en territorio norteamericano, la joven no se olvida de dónde es. «Reparto mi tiempo entre España, Nueva York y Los Angeles. Nunca cambiaré mi país; puedo vivir largos periodos de tiempo fuera pero siempre volveré. Además, cuando no están conmigo, echo mucho de menos a mi familia y a mis amigos».
Lo que más echa de menos, la comida
La mujer de Javier Bardem apunta que lo que más echa de menos de España es la comida y que aunque no es buena cocinera, siempre recurre a recetas familiares.
Tras sus sorprendente y rapidísima recuperación tras dar a luz a su primer hijo, Leo, muchos se preguntan qué rutina ha seguido para recuperar la línea tan rápido. Penélope, que fue bailarina durante 17 años confiesa que sigue manteniendo esa disciplina y apunta. «No hago ningún tipo de dieta extraña. He leído en algunos sitios que sigo un régimen muy raro del que no he oído hablar en mi vida. Mi dieta es mediterránea, saludable; nada extremo. Y trato de hacer ejercicio cuando puedo. -Y confiesa- Soy un poco vaga con eso pero trato de empujarme a mí misma».
Después de hacer todo tipo de papeles, Pe se estrena en su nueva faceta como madre y a pesar del hermetismo que trata de mantener en su vida privada ya que para ella es «sagrado separar mi vida del trabajo», no puede evitar sonreír a afirmar que la maternidad es «lo más maravilloso que me ha ocurrido».