Jaime de Marichalar, ex marido de la infanta doña Elena de Borbón, por tanto ex duque de Lugo, fue, en la mañana de ayer, la sorpresa del mercado de Campos.
Vestido con bermudas, camisa rosa palo y eludiendo los rayos solares con una oscuras gafas, el ex yerno de los Reyes de España caminaba sin prisas entre berzas, tomates, nabos, sandías, melones y flores, frente a las que se detuvo. Porque una persona como él jamás se llevará de un mercado un kilo de tomates, pero sí flores... aunque en esta ocasión no compró ninguna, al menos en el tiempo en que estuvimos cerca de él. Pero sí las miró, lo que denota que es un tipo sensible. Y ayer, también, muy próximo. Lo decimos porque estuvo saludando a la gente que le reconoció, que cuando se corrió la voz de que andaba por allí fue prácticamente todo el mundo.
Incluso no puso reparos a la hora de ser fotografiado por los vecinos. Ni tampoco cuando dos de ellos pidieron hacerse una foto a su lado. Le dimos los buenos días y correspondió con otro buenos días. En cambio guardó silencio cuando le preguntamos si se encontraba de vacaciones junto a los amigos que le acompañaban. Era evidente que está de vacaciones.