Preside, desde su fundación en 2006, Foqua, una asociación empresarial sin ánimo de lucro que promueve la educación, la promoción social y laboral de los discapacitados en Balears. Representa a más de 2.200 personas con discapacidad y cuenta con 2.258 asociados. Jesús Maria Luna Fernández nació en Villallana (Asturias) el 2 de septiembre de 1951. Es el director gerente de los centros Mater Misericordiae, Centro Ocupacional Isla, y también de las viviendas tuteladas Mater. Está casado. Tiene 3 hijos. Le gusta la música. La asociación Foqua coordina, representa y defiende a las empresas que tengan por objeto la atención, asistencia, educación, rehabilitación, formación, promoción e inserción social de las personas con discapacidad.
Xisco Busquets.- ¿Cuál es el tema más importante del cuál quiere hablar en esta entrevista?
Jesús Luna.- Hay muchos temas importantes sobre los que poder hablar pero, teniendo en cuenta las distintas etapas del desarrollo de las personas con discapacidad, destacaría tres momentos cruciales: la atención temprana en los primeros años y meses de vida; la eficacia en la intervención educativa; y el tránsito del sistema educativo al mundo laboral.
X.B.- O sea que la integración laboral es muy importante...
J.L.- Es fundamental porque el empleo es la mejor garantía de asegurar un futuro con la calidad de vida que todos deseamos.
X.B.- ¿Está lo suficientemente concienciada la sociedad ante las necesidades de los discapacitados?
J.L.- Los temas que afectan a las personas con discapacidad deben interesar a toda la sociedad, porque todos somos sociedad y además, todos aportamos valores.
X.B.- ¿Qué valores aportan los discapacitados?
J.L.- Las personas con algún tipo de discapacidad aportan, en muchas ocasiones, valores que, desafortunadamente, no abundan en nuestra sociedad como por ejemplo: tolerancia, esfuerzo, capacidad de superación, solidaridad...
X.B.- ¿Cuál es la máxima preocupación de los padres que tienen hijos discapacitados?
J.L.- Su mayor preocupación es pensar qué será de sus hijos en el futuro cuando ellos no estén. Y hoy día más que nunca porque la esperanza de vida ha aumentado considerablemente. Un dato importante a tener en cuenta es que en España, de los más de 4 millones y medio de personas que hay con discapacidad, más de la mitad son mayores de 65 años.
X.B.- ¿Y cuál es su futuro? J.L.- En este sentido cabe destacar que varias de las organizaciones que componen Foqua disponen de residencia para personas con discapacidad intelectual en situación de envejecimiento. En estas residencias reciben atención integral tanto de día como de noche y se les presta todo el apoyo necesario para sus actividades diarias.
X.B.- Cuando un niño o niña tiene una discapacidad, ¿qué se aconseja: llevarlo a un colegio normal para que se integre en la sociedad o a un colegio especializado?
J.L.- Para su integración, es indudable que, en edad escolar, debe acudir al centro escolar ordinario, siempre que cuente con los recursos necesarios para facilitar los apoyos que requiere el alumno con necesidades educativas especiales.
X.B.- Entonces los centros específicos, ¿para qué sirven?
J.L.- Son recursos educativos muy especializados que están destinados a los que requieren una atención muy cualificada que el sistema ordinario no puede dar.
X.B.- ¿Y los centros de educación especial?
J.L.- Actúan como centros de recursos prestando los apoyos al resto de escuelas y poniendo en marcha estrategias de intervención educativas que facilitan el proceso de integración.
X.B.- Luego vienen las viviendas tuteladas...
“Las políticas (educativas, sociales, laborales etc.) han de procurar que todas las personas dispongan de las mismas oportunidadesâ€
X.B.- ¿Cómo funcionan?
J.L.- Funcionan con apoyo de monitores y ofrecen manutención, alojamiento, asistencia, actividades de cooperación, actividades de integración en el entorno comunitario.
X.B.- Si usted fuera el president del Govern balear, ¿qué haría para mejorar la vida de las personas discapacitadas?
J.L.- Las políticas (educativas, sociales, laborales etc.) han de procurar que todas las personas dispongan de las mismas oportunidades. No se entiende una sociedad moderna en la que todavía nos encontramos con barreras de todo tipo: arquitectónicas, sensoriales, sociales... incluso emocionales.
X.B.- ¡Tiene razón!
J.L.- Yo creo que el problema que tiene hoy la administración no es la promulgación de leyes y normas, el verdadero problema es poner los medios y hacer que las normas se cumplan. No siempre el problema es la falta de recursos, que también lo es, pero en muchas ocasiones, y concretamente en el ámbito del empleo, bastaría con exigir el cumplimiento de la normativa.
X.B.- ¿Cómo?
J.L.- Siendo más estricto con el cumplimiento de las políticas dirigidas a la integración en el mercado ordinario, como la reserva del dos por ciento de los puestos de trabajo; los incentivos a la contratación de personas con discapacidad y al empleo autónomo. Y por otra parte, a la integración laboral mediante el empleo protegido.
X.B.- Y Foqua, la organización que usted preside, ¿qué es?
J.L.- Pues una asociación empresarial sin ánimo de lucro que representa y promueve el desarrollo empresarial, la innovación y la calidad del sector de la discapacidad en Baleares.
X.B.- ¿A cuántos representa?
J.L.- A más de 2.200 personas con discapacidad que están integradas en 15 asociaciones no lucrativas que cuentan con 2.258 asociados, y en las que trabajan más de 700 profesionales.
X.B.- ¿Qué entidades forman parte de Foqua?
J.L.- Organizaciones muy representativas de nuestra comunidad tanto por su antigüedad como por su amplia experiencia en el sector de la atención a la discapacidad.
X.B.- ¿Y qué servicios les presta?
J.L.- Representar a sus asociados, defendiendo y promocionando sus intereses profesionales, laborales, económicos y sociales, ante las corporaciones, sindicatos y organizaciones empresariales.
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X. Busquets | Palma |