Victorio y Lucchino pasaron ayer por el Real Club Náutico de Palma, invitados por la organización de la 32 Copa del Rey Mapfre.
Los diseñadores, que vieron la salida de los barcos de la tercera jornada de competición, consideran que la moda en España está bastante desasistida, por no decir completamente abandonada, «por lo que el Gobierno debería de tomar conciencia y vender la marca España, no sólo a través de la moda, sino también del vino y de la gastronomía, como lo han hecho países como Italia o Francia. España es un país maravilloso, pero que no sabemos vender. Y el paño, en el arca, no es fácil de vender».
—¿Qué supone la moda para un país?
—Sin duda, la moda es la mejor embajadora. Fíjate lo monumental que es París; sin embargo, se vende también por las marcas.
—¿Por qué no pasa esto en España habiendo grandes diseñadores?
—Efectivamente. En España hay grandes diseñadores, jóvenes y no tanto, todos con gran talento. Pasa que estamos tan a gusto y tan seguros con lo que tenemos que no sabemos vender nuestro país. Por ello, es hora de que se tome conciencia para vender, no sólo moda, sino las otras cosas buenas y bonitas que tenemos.
—¿Podéis aportar alguna idea para que se consiga eso?
—Muy fácil. Presentar el producto a través de las embajadas, que las tenemos en todo el mundo, hacer desfiles y vender nuestra marca.
—Pero para ello –señala Victorio–, el sentimiento del español ha de cambiar; es decir, ha de aprender a amar lo nuestro, porque si es así tenemos garantizado el futuro, lo que equivale a producir riqueza dentro de nuestro país. Y, sobre todo, que se nos quite el complejo de que lo nuestro es inferior a lo de otros países.
José Víctor Rodríguez y José Luis Medina, Victorio y Lucchino, confiesan que gozan de buena salud económica, y que cuando se dijo todo lo contrario «fue una exageración, pero... ¡Es que eso es España!».