Mari Carmen Martínez Bordiu y su esposo, José Campos, pasaron por Mallorca, como ya les contamos. Fue una visita relámpago, de dos o tres días, y estuvieron viviendo en la casa que ella posee en Andratx.
Mari Carmen, a quien sorprenderíamos una mañana cargada con bolsas, de compras por el Port, se sacó un rato para, con José, ir a darse un baño.
Con bikini estampado, lució cuerpazo sobre las rocas. Igual que él. Total, si se lo han de comer los gusanos, pues que lo vean los humanos, ¿no? Además, dejaron claro que las opiniones que vertió días atrás María de Mora sobre la noche de bodas de ambos -de Mari Carmen y José-, que ella -María de Mora, según dijo- compartió, no les afecta para nada, porque ¡helos ahí!, sobre el acantilado, felices, disfrutando del día de playa y, a través del móvil, plasmando para la eternidad algunos de los momentos que vivieron. Que si hay que aclarar esos comentarios de la citada María en algún plató, pues algún día lo harán. No hay prisas.
Mari Carmen, que jamás dejará indiferente a nadie, ya sea hablando o bailando -o si quieren, como ahí, soleándose y bañándose-, quiso demostrarse que la fuerza de gravedad existe en todas partes, lanzándose al agua desde las rocas, no al estilo Esther Williams, sino al suyo, de pie y tapándose la nariz, algo a lo que otras tal vez no se hubieran atrevido.
¿Que se gana la vida yendo de plató en plató ofreciendo entrevistas? Bueno, y qué. Lo hace todo el mundo que puede, y ella en concreto, en un mundo donde la oferta y la demanda están por encima de muchas cosas, porque la llaman de todas partes. ¿Por qué no, entonces...?