La culminación de las fiestas de Santa Catalina Thomàs de Valldemossa llegó en la noche del día 28, con el tradicional desfile del Carro Triomfal presidido por la Beateta. Este año encarnaba a la santa la niña Neus Mulet y completaba el carro triomfal su corte celestial de ángeles. Cuando ya había anochecido y La Cartuja se alzaba majestuosa e iluminada con cálida luz, iniciaron la cabalgata los Xeremiers de sa Garriga junto a la Escola de Música de Valldemossa. Las calles valldemossines lucían la imagen de la santa mientras las casas abrían sus puertas de par en par como es tradición. Veraneantes y gentes del pueblo, así como visitantes que acudieron desde todos los puntos de la Isla, recorrían las engalanadas calles empedradas de la pintoresca localidad para recibir a la comitiva, acompañada como cada año por numerosos carros repletos de familias vestidas con los trajes típicos de la payesía mallorquina. Todos ellos, sobre todo los padres de los niños que montaron en los carros, pasearon por las calles cantando Sor Tomasseta , acompañando a los carretons tirados por asnos o mulas, engalanados con mata y bugambilla. Estarás, Calafat, Mas, Juan, Boscana o Vila fueron los apellidos que se repetían en uno u otro carretó , familias valldemossines que gustan de seguir esta entrañable tradición. Niños que no alcanzaban los seis años y otros con chupete todavía, se mostraban ilusionados mientras lanzaban caramelos a los espectadores de este desfile centenario que rinde homenaje a la santa mallorquina.
Valldemossa sale a la calle por la Beateta
E. Planas | Valldemossa |