La Casa de Murcia celebró la tradicional fiesta del entierro de la Sardina en la calle palmesana donde se ubica su sede. Cerrada al tráfico rodado, se llevaron a cabo muchas actividades que fueron del agrado de vecinos de la zona y socios de la citada casa regional.
Tras una comida de arroz con conejo que resultó muy exquisita, actuó el payaso Topolino para deleite de los más pequeños y, entrada la tarde, hubo una muestra folklórica en la que participaron, junto a la entidad anfitriona, el Centro Aragonés, S'Estol Porrerenc y el Hogar Canario. Una torrada popular fue preámbulo de la quema de la sardina y lectura del Testamento por parte de Soledad Sarabia.