El pueblo de Valldemossa ha celebrado un año más la multitudinaria fiesta en honor a Santa Catalina Tomàs, una de las más esperadas por los valldemossins durante todo el año.
Como es tradición, la Beateta está representada por una niña, en esta ocasión, Aina Mulet Torres. La pequeña iba acompañada en todo momento por una corte de angelets formada por Noa Nannen Ramírez, Sara Castell Torres, Júlia Rosales Vidal, Àlex Coll Lort, Núria Morey Oliver, Perico Boscana Estaràs, Neus Mulet Torres, María Sánchez Ventayol, María Juan Segura, Àngel López Lladó, Dulce Santolaria Reynés, Adrián Campos Rapela, Inés Ramos Reynés y Toni Bisquerra Torres.
Juan Mateu Ripoll fue, de nuevo, el orgulloso encargado de decorar el Carro Triomfal, tal y como lleva haciendo desde hace más de 25 años. Para ello utilizó más de 1.500 claveles, rosas y gladiolos.
Pocos minutos antes de que empezara el desfile los familiares y amigos de la Beateta y los angelets les hicieron una serie de fotos frente a la iglesia mientras cantaban a coro Sor Tomaseta. Pasadas las 21:30 horas, con un poco de retraso, llegó el Carro Triomfal a la iglesia de Sant Bartomeu, donde la banda lo esperaba al ritmo de la canción popular, para el tradicional encendido de luces. En ese momento se pusieron en marcha y se unieron a los 24 carretons que, engalonados con palmas, completaban la comitiva. Al frente de todos ellos estaba, como cada año, el abanderado Gaspar Mas, montado en burro. Acompañaba a la comitiva la Banda de Música de Montuïri y la Colla de Xeremiers de sa Garriga.
Desde el Carro Triomfal, siempre el más esperado por todos los valldemossins, Aina Mulet Torres, la Beateta, y su corte de angelets saludaban a sus vecinos y repartían confits. Los carretons, integrados en su mayoría por niños pequeños vestidos de payeses, lanzaban una gran cantidad de caramelos para felicidad de los pequeños que esperaban en la calle ansiosos. Cabe destacar la anónima labor que realiza el grupo de hombres que empuja el Carro Triomfal a su paso por algunas de las estrechas y empinadas calles del recorrido.
El desfile se detuvo en dos ocasiones frente a la zona de las autoridades, en la que se encontraban el alcalde, Nadal Torres, y diversos concejales.
Los centenares de personas que se congregaron en el municipio se agolparon en sus calles para ver pasar a la comitiva e incluso acompañarla durante su recorrido. Aunque la mayoría de ellos eran residentes de Valldemossa, también había personas procedentes de otras localidades, de Palma e incluso algunos turistas que observaban curiosos lo que estaba sucediendo. Muchos de los asistentes acudieron a la cita vestidos de pagés.
Como es habitual, las calles del municipio estaban profusamente decoradas con hermosas macetas de cintas y otras flores, damascos en las fachadas y hojas de palma o ramas de pino en los portales, realizada por los propios vecinos.
El festejo dio comienzo bien temprano por la mañana, cuando la Banda de Música de Montuïri realizó un pasacalles por todo el pueblo. Unas horas más tarde, tuvo lugar la tradicional misa en honor a Santa Catalina Tomàs en la iglesia parroquial de Sant Bartomeu. A ella asistieron, entre otros, las autoridades, la Hereva, las damas de honor, la Beateta y toda su corte de angelitos. Además, el Ajuntament invitó a todo el pueblo a tomar un refresco en los jardines de la Cartoixa nada más terminada la misa.