Eduardo es la calma personificada, la prudencia, siempre la palabra justa». El presidente de la Audiencia de Palma, Diego Gómez-Reino, dedicó estas palabras al juez Eduardo Calderón en su comida de despedida, celebrada el 19 de septiembre, en Son Termes.
Un centenar de compañeros, fiscales y abogados asistieron al acto en el que el magistrado, ya jubilado, dio un discurso ingenioso.
«Os libráis de un espécimen en extinción. He redactado 10.000 sentencias manuscritas. Hay gente que no tiene móvil, que vive más de 40 años con la misma mujer y que redacta sentencias a mano, pero que se den las tres circunstancias es difícil».
Calderón disfrutará ahora de su familia y de los cafés con su inseparable secretario, Toni Riutort, en el bar Ale.