La nada halagüeña previsión meteorológica de la semana pasada no fue impedimento para que Bodegas J.L. Ferrer organizara la que es una de las grandes citas en su calendario, la cena a base de fideus de vermar con la que celebran la vendimia como es tradicional en Binissalem.
Así, los más de 400 invitados que asistieron disfrutaron de una velada en el interior de la bodega, compartiendo mantel y los esperados fideos acompañados por diferentes etiquetas de la bodega.
Unos bunyols de vent junto al premiado Veritas Dolç pusieron el broche final a la cena, pero no a la noche que continuó entre barricas con música y baile.