En Can Alomar, en el Passeig Dalt Murada, 300 invitados acudieron a la celebración del 140 aniversario de Relojería Alemana que abrió sus puertas en la calle Colón, fundada por Guillermo Krug Griiffke.
Pablo Fuster, bisabuelo de la actual generación, fue la persona de confianza de Krug. Luego le siguió Gaspar Fuster y posteriormente Pablo Fuster, quien recibió junto a sus hijos Pablo, Paula y Blanca, hoy al frente del negocio, y su mujer, Maena Planas, a los invitados que disfrutaron de una fiesta cuidada en el más nimio detalle.
Varios espacios, creados por las firmas Cartier, Rolex y Setenta y Nueve, se llenaron de glamour y buena música en directo mientras se servía un cóctel a cargo de Macarena de Castro y postres de la pastelería Escribà de Barcelona.
Juegos con premio y perfomances pusieron la nota divertida. Se vendieron pulseras de Setenta y Nueve, de los Fuster, a beneficio de Sonrisa Médica, Fundación Rana y Aspanob.