La procesión más típica de Mallorca ha hecho una vez más honor a su nombre. La tradición se ha cumplido un año más y la solemnidad y la fiesta han vuelto a darse la mano para esta especie de broche de oro del verano en Mallorca.
Como siempre pocas novedades para una procesión que lleva a Santa Margalida a miles de personas de toda la Isla en un evento que aglutina muchos de los elementos de la cultura mallorquina más ancestral. Desde su declaración de Interés Turístico en 1984, sa Processó no ha hecho más que crecer en participantes e interés.
La protagonista de la edición de este año ha sido la joven Rosa Maria Mas , elegida por sorteo en el pasado mes de julio para encarnar a la Beata. Muy en su papel, se mantuvo ajena a los intentos de los dimonis de corromperla. Como novedad de este año la trencadissa final sufrió un cambio en su emplazamiento habitual por motivos de seguridad. Otra novedad destacable de esta edición, pese a ser una fiesta que por salvaguardar la tradición suele experimentar pocos cambios, fue la participación de dos nuevos personajes, los gegants L'amo Biel y la Beata.
Estas dos enormes figuras encabezaron la procesión, en la que participaron cientos de parejas de payeses que portan, mano a mano, las gerres que han de proteger de los dimonis . Este año las vestimentas más tradicionales se han visto potenciadas merced a un llamamiento del Ajuntament para que se respeten y no se pierda el carácter auténtico de la fiesta. En el apartado de autoridades, destacó la presencia en el palco del alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo , así como la presidenta del Govern, Francina Armengol; el presidente del Consell, Miquel Ensenyat; y el presidente del Parlament balear, Baltasar Picornell. Un año más, la cita con la tradición religiosa más arraigada de Mallorca fue todo un éxito de participación. l curro viera