En el Casal Balaguer, las asociaciones de residentes marroquíes en Palma, con la colaboración del Consulado General de Marruecos, celebraron el Iftar –ruptura del ayuno– de Ramadán.
La cónsul general de Marruecos en Balears, Nezha Attahar, invitó a representantes judíos y cristianos para unir en este acto a las tres religiones. Asistieron el presidente de la comunidad judía, Abraham Bachilón, y el párroco castrense, Manuel Redondo.
Asimismo, entre los invitados se encontraban autoridades civiles y militares, miembros del cuerpo consular y representantes de la comunidad marroquí. Cuando empezó a anochecer dio comienzo el último rezo del día, que se hizo mirando a La Meca y que dio paso al Iftar o ruptura del ayuno. Tras escuchar el rezo, comenzó la cena a base de dátiles, harira –sopa de harina típica de Ramadán–, couscous de cordero, leche, té y dulces tradicionales.