Son Mir se tiñó con el glamour de las fiestas al más puro estilo Gatsby con motivo de la velada benéfica de Rana, que reunió a cerca de 300 personas sensibilizadas con el bienestar de menores que sufren abusos. La entidad, presidida por Elisabeth Sandberg, quiso dar un punto divertido a este encuentro ambientándolo en los años 20 y no fueron pocos los invitados que asistieron con estilismos propios de la época: flecos, tocados, complementos de influencia art-decó en el caso de las mujeres, esmoquin la mayoría de los hombres.
Todos los ingredientes para disfrutar del cóctel de bienvenida, la cena con sus tradicionales sorteos, tómbolas y subasta de viajes, obras de arte y otros objetos y el baile con el que suele finalizar el evento.