Los disfraces llenaron de color las calles del centro de Palma en un desfile que disfrutaron miles de personas gracias a la música que acompañaba a muchas de las comparsas. Grupos familiares no inscritos en Sa Rua 2016 lucían disfraces hechos a mano la mayoría de ellos.
Era la otra cara del desfile, en la que el público que abarrotaba las calles quiso presenciar el desfile vestido de Carnaval. La mayoría se inspiró en películas de animación, aplicaciones para móviles, clásicos animados o animales de granja. Hasta los perros, esa tarde, disfrutaron del disfraz.