El contraste fue la premisa del último evento organizado por la Fàbrica Ramis de Inca el pasado sábado 23 de enero: el violonchelo barroco y una nave industrial. Ambos elementos podrían parecer alejados e incluso contradictorios, pero se unieron a la perfección de la mano de Miquel Àngel Aguiló, el tan célebre como joven músico y compositor mallorquín.
Acostumbrado a los retos y a las facetas más arriesgadas de su arte, su repertorio de suites de Bach hizo que la velada resultara muy del agrado del numeroso público presente.