Son Mesquidassa se presentó en sociedad la semana pasada. La finca, de casi 100 hectáreas y propiedad de la familia Rosselló desde hace ya décadas, ha abordado un ambicioso proyecto para crear una de las almazaras más modernas de la Isla, rodeada, que no es poco importante, de nada menos que 150.000 olivos.
Se trata de una inversión que llevará a esta familia dedicada desde siempre a la elaboración de aceite de oliva de gran calidad a situarse al frente de un mercado con una producción de un millón de kilos de aceituna. Cristòfol Rosselló, junto a su hija Xisca, presentaron las nuevas instalaciones, que se prevé estén en funcionamiento las 24 horas del día durante la temporada alta de la aceituna y que permitirán exportar a todo el mundo el aceite de Mallorca.