La fiesta en Santa Margalida se siente antes incluso de llegar al pueblo. En una de las celebraciones más concurridas y tradicionales de toda Mallorca el público acude desde horas antes y la espectación es grande.
El patio de Ca ses Monges es un hervidero donde se agolpan decenas de niños y niñas preparándose para la procesión, unos nerviosos, otros juguetones, ninguno paraba un instante, mientras cientos de personas recogen las gerres antes de tomar parte en la procesión. Marta Perelló fue la encargada este año de representar a la Beata Major.