Cada nueva edición del 'Concert de la lluna a las Vinyes' consolida este evento como uno de los más concurridos y especiales del verano. En la amplia explanada de entrada a las bodegas Macià Batle de Santa Maria se reunieron en esta edición de la velada solidaria 850 personas, para disfrutar de un concierto único y practicar el altruismo de una forma muy amena.
El cartel de este año tenía dos nombres propios de gran prestigio y calidad; por un lado la Orquestra Simfònica de les Illes Balears 'Ciutat de Palma' dirigida por Pablo Mielgo, y por el otro la cantante mallorquina Maria del Mar Bonet. Una combinación única que funcionó especialmente bien en una noche muy calurosa que invitaba al relax y la calma. Lina Pons y Bernd Jogalla fueron los encargados de presentar el acto, dando paso a los artistas, que desgranaron un repertorio eminentemente mediterráneo, con músicas mallorquinas, turcas y griegas.
El público acogió especialmente bien la interpretación de La Balanguera, que logró ponerlo en pie en uno de los momentos más emocionantes de la noche. Pero no sólo hubo ocasión de disfrutar de la música. El público, que desde antes de las ocho de la tarde ya aguardaba para entrar en el recinto y hacerse con el mejor sitio, pudo degustar los deliciosos productos de empresas que colaboraron con la organización. Quesos Mercadal, Forn Ca Na Teresa, Sobrassada Munar, Sa Fàbrica de Gelats de Sóller, Turquesa Catering, Quely, Coca-Cola y los vinos de la propia bodega anfitriona del acto, Macià Batle, fueron los colaboradores para que el paladar compartiera la alegría del oído.
Para que además todo funcionara con la máxima eficacia y sin ningún problema estuvieron presentes empresas como GPS, que se encargó de la seguridad; Trui Espectáculos, que montó el escenario, la luz y el sonido; y Contratas Ambulancias y Emergencias, que veló para cubrir cualquier incidente que pudiera producirse.
Pero el objetivo principal, al margen del acontecimiento social, la música, la gastronomía y la diversión, fue la solidaridad. Amics de la Infància organizó toda la velada con el objetivo de recaudar fondos para el mantenimiento de los Hogares Aynewasi, situados en una comunidad especialmente desfavorecida en Perú. Gracias a un gran equipo de voluntarios y su trabajo continuado, los niños de Ancón, una pequeña ciudad del área metropolitana de Lima, podrán tener alojamiento, alimentación, asistencia sanitaria y educación.