Como un cierre de etapa, como una puerta que no se sabe muy bien si se abre o se cierra, así describe Carolina Amigó su última exposición en la galería Dionís Bennàssar. Las obras de esta inquieta creadora se sumergen en el concepto de lo colectivo y lo individual, de la diminuta y frágil parte que se hace fuerte en el conjunto.
Pero yendo un poco más allá, Amigó desvela también su último rumbo, una inmersión en la abstracción que promete nuevos caminos por recorrer. Una exposición indispensable en la galería de Pollença.