En la Fundación Coll Bardolet se inauguró el pasado domingo la exposición de obras de Ana Vidal (1921-2010) bajo el título In Memoriam. La muestra recoge las obras realizadas entre los años 1952 y 1954 y consta de veintiocho óleos y varios retratos al carboncillo.
La que fuera discípula de Ramón Nadal expuso en 1955 en la Galería de Arte Quint. Lo hizo en unos tiempos en que resultaba complicado que una mujer pudiera desarrollar su labor creativa y dedicarse profesionalmente a ello si pertenecía a una familia burguesa de la sociedad palmesana. Así las cosas, Ana Vidal dejó de pintar. No le satisfacía plasmar sus obras en lienzos que jamás verían la luz.
Tras su muerte, sus familiares hallaron las obras y su ahijada Vicky Vidal y su marido, Enric Calafell, regidor de Cultura del Ajuntament de Valldemossa, organizaron este merecido homenaje.