Josep Maria Sirvent desnudó la parte más íntima de sus creaciones, aquellas que visualiza repetidamente y que finalmente alcanzan las tres dimensiones. Las expuso al público en la muestra Inmersión, que se inauguró en la Gerhardt Braun Gallery, de Palma. Dípticos y trípticos que hablan del paso del tiempo, de la historia, de la esencia o de la tierra formaron parte de la muestra.
En grandes y pequeños formatos, se expusieron diecisiete cuadros que dialogan con cuatro esculturas anteriores que muestran cómo ha evolucionado en sus propuestas, siempre ligadas a la geometría. A la inauguración acudieron rostros conocidos del mundo cultural de nuestra ciudad, amigos y fieles amantes de esas obras que, desde la entrada en el patio de la calle Sant Feliu, hasta el interior del espacio expositivo, generaban emociones.