Don Felipe y Doña Letizia ofrecieron una recepción a políticos y colectivos sociales, empresarios y máximos representantes de todos los sectores de la sociedad balear.
Si don Juan Carlos y el resto de la Familia Real despedían su estancia en Mallorca con una recepción y posterior cena a las autoridades politicas, judiciales y militares, los nuevos Reyes quisieron reunirse con representantes de todas las Islas a su llegada a Mallorca. Los nuevos Reyes abrieron las puertas del Palau de l'Almudaina a empresarios, sindicalistas, deportistas, ONG's y representantes del mundo académico, científico, cultural, de la comunicación, el colectivo gay, así como representantes de las DO's del aceite, vino y sobrasada de la Isla.
Esta recepción, en la que reafirmaron la cercanía y el compromiso de su reinado con Balears, destacó por su carácter distendido. Los Reyes y Doña Sofía, que quiso sumarse a este nuevo ejemplo del acercamiento de la Familia Real a sus ciudadanos, pudieron departir con sus invitados de pie, en pequeños grupos, mientras degustaban espardenyas y otros aperitivos del restaurante Jardín del Port d'Alcúdia, distinguido con una estrella Michelin, y que dirige Macarena de Castro. Numerosos ciudadanos se acercaron hasta l'Almudaina para ver a los Reyes y a Doña Sofía, quienes antes del acto se acercaron hasta ellos dándose recíprocas muestras de cariño