La Fundación Mallorcauniversal organizó “Horabaixa na Turquessa”, una actividad en la que participaron cerca de 400 personas que se desplazaron desde Palma a Sóller en tren, luego en el tranvía hasta el puerto, y de allí a sa Foradada en una de las embarcaciones de Barcos Azules.
Todos recibieron una bolsita con un recordatorio en el que se explicaba el motivo de esta fiesta, una postal de na Turquessa con una breve explicación de su leyenda, una pulsera de color turquesa, la tarjeta “llévame donde quieras” y una almendra. A la ruta se sumó Miquel Bestard, teniente de alcalde de Sóller. Ya en aguas de sa Foradada, los asistentes, de acuerdo con las instrucciones, levantaron sus brazos al cielo para recordarle a na Turquessa que habían cumplido con su deseo, mordieron la almendra y la lanzaron al mar para que los “xispelles” pudiesen digerirlas, llevando a cabo así el ritual que ayudará a eliminar las toxinas acumuladas durante el año gracias al efecto de la niacina (vitamina b) en el estómago de esos pececillos en peligro de extinción que siempre ‘acompañan' a la ninfa.