Autorretrato con perro es el proyecto con el que Pedro Vidal reflexiona sobre la intimidad. Su propuesta comienza con una cena familiar en el propio espacio expositivo. Servida con las creaciones gastronómicas de la chef Maria Solivellas , cerca de dos retratos de sus padres realizados por Juan Gavilán y otro de Vidal junto a su perro -un carlino que se llama Vostell en honor al artista fluxus de origen alemán-, el collar de joyería de Vostell y la cartilla de identificación enmarcada, se entra en escena. El artista, además, expone su intimidad con cámaras instaladas en su hogar, a la vista del espectador.
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