Do, re, mi es la canción que más se escuchó ayer en el Auditòrium de Palma. El motivo fue el casting de niños, de entre 4 y 13 años, que se convocó para tres papeles del musical Sonrisas y lágrimas, que se representará en Mallorca a finales de mayo.
Cerca de un centenar de pequeños, algunos con experiencia, otros noveles, y muchos con nervios, se fueron subiendo al escenario para demostrar no sólo sus dotes musicales, sino también sus habilidades interpretativas.
Carmen Martínez, directora de cásting, y Juan José Rivera, productor ejecutivo, estuvieron atentos a los aspirantes, y ambos acabaron «gratamente sorprendidos» por lo «bien preparados» que presentaban los niños los