El renacimiento del teatro El Molino de Barcelona cuenta con 'La Terremoto de Alcorcón' como una de sus dos vedettes, junto a la catalana Merche Mar, última estrella junto a 'La Maña' antes de que el local de music hall cerrara hace trece años. Mallorquina de adopción, la madrileña representa el contrapunto humorístico en el espectáculo Made in Paral·lel.
«Es un orgullo inmenso estar aquí», apunta 'La Terremoto,' quien avisa que «la vedette es una especie en extinción». Con el aforo de unos 250 asientos lleno empieza el show y desde el principio los comentarios jocosos y las canciones de 'La Terremoto' conducen la gala. Cuando no está en escena, se mezcla entre el público o se instala cerca de la barra del bar. El público bebe cava o cena.
Erotismo
«Una parte del público ya venía antes pero también hay gente joven», declara la 'Terremoto', quien señala que «antes en El Molino se podían decir cosas que estaban prohibidas fuera por la censura, sobre todo si alguien pagaba las multas, pero ahora todo ha cambiado y el sentido de El Molino es otro». De hecho, el erotismo se ciñe al diálogo y a los contoneos del cuerpo de baile. «El único culo que se ve es el de un tío, algo de lo que me alegro», confirma la actriz.
Números estilizados y música en directo son señas de identidad de este nuevo El Molino. El cuadro 'Las Meninas', de Velázquez, con las caras de los miembros de la Familia Real, es el gag más provocativo del montaje, que repasa la historia del local desde la época republicana hasta el cese de la actividad en 1997 y la reapertura el pasado octubre, pasando por la censura franquista y la represión de un país en cuarentena. Acaba Made in Paral·lel y el público no quiere dejar sus asientos. Buena señal. Aprovechamos los minutos antes de empezar el pase nocturno para llevar a cabo la sesión fotográfica. La encargada de prensa nos trae piña con Coca-Cola. «Es que ahora debo cuidarme como una vedette y por eso tomo piña, aunque no sea Pinya Miret», espeta la artista. 'La Terremoto' se sitúa en el reservado de uno de los pisos superiores del edificio. Me enseña las nuevas aspas de El Molino desde la terraza, desde la que se divisa el mejor momento del día en el Paralelo, que es por supuesto la noche. Se recuesta en un sofá a pocos metros del piano de la célebre Bella Dorita.
Revista
«Yo siempre fui una fan de la revista y de las vedettes, aunque no conocí El Molino de pequeña y trabajar aquí me parecía algo imposible», describe. «Mis maestras fueron Diabéticas Aceleradas y Vivian Caoba». 'La Terremoto' llegó a Palma hace 11 años. «Estaba en una productora en Madrid y después de un cameo en la televisión, como gancho del público, las Diabéticas me propusieron actuar con ellos», recuerda con gracia. «Cogí las maletas y me instalé en Palma, donde pensaba que sólo estaría una temporada, pero llegué, me enamoré, compré un piso y monté un negocio (el bar Flexas en Palma)».
Pregonera
En enero fue proclamada pregonera de las fiestas de Sant Sebastià. Dice de la televisión que «cansa y además me pedían hacer de mala, pero yo no puedo hablar mal de la Pantoja porque no la conozco», y siente que «cuando llevas un mes sin salir en televisión te preguntan si ya no haces nada, pero ahora estoy en El Molino, de miércoles a domingo, en doble sesión, y el lunes y el martes hago bolos en Sevilla o en Madrid, o estoy en el bar de Palma porque a las vedettes también nos salen callos».
El Molino, con acento mallorquín
C. Domènec | Barcelona |