Con el tradicional encendido de luces, se abrió ayer la Feria de Abril de Palma. Ubicada en el recinto de Son Rossinyol, las casetas, dos menos que el pasado año, comenzaron a abrir las botellas de fino. Mujeres vestidas con los trajes típicos de flamenca dieron el toque andaluz a una tímida inauguración de público donde la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, realizó el paseíllo y visita a las casetas, junto al delegado del Gobierno, Ramon Socías; la presidenta del Parlament, Aina Radó; el presidente de la Casa de Andalucía en Balears, José Martínez, así como el regidor del Ajuntament de Palma Eberhard Grosske, entre otros miembros de la corporación municipal y partidos políticos.
Una fiesta sevillana que hace revivir y disfrutar, tanto a mallorquines como andaluces residentes en la Isla, el ambiente de la inigualable Feria de Sevilla. Bandejas de calamares, chipirones, cazón en adobo, jamón serrano, choco y pescaíto incitaban a los presentes a su degustación entre trago y trago de rebujito.
Actuaciones musicales de grupos en vivo prometen ser en la próxima semana el reclamo de muchos para disfrutar, con mayor o menor estilo, bailando sobre el tablao. Una fiesta que acaba de comenzar y en la que más de uno ya tiene resaca de rebujito.
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