Y aquí va la pequeña crónica homenaje a una señora excepcional, de las que han hecho que Mallorca y Palma sean un lugar único en el mundo, en cuanto a cultura y buena vida se refiere. Doña Juana Barceló, viuda del catedrático Font Trías, celebró rodeada de amigas su 102 cumpleaños y lo quiso hacer en su casa de Palma y de la manera más tradicional, y sin darle la mayor importancia.
Lo más bonito fue celebrar largas amistades y poder hacerlo interpretando magistralmente piezas de Chopin al piano. Tocó tras soplar las velas, y lo hizo sin necesidad de tener que leer las partituras. Una maravilla que todas disfrutaron. Por cierto, Juana es la madrina de nuestra querida María José Barceló, que cada día está más guapa. Quizás haya heredado esa genética maravillosa.
¡Qué gran regalo para todos! Molts d'anys, senyora!