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Un mundo mejor

La tradicional cena benéfica de la Fundación RANA tuvo lugar en la Finca Son Mir y acogió a más de 200 asistentes

Esteban Mercer posa junto a la anfitriona Elizabeth Homberg y más invitadas. | Jaime Verd

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El pasado jueves teníamos una cita ineludible en uno de los lugares festivos, y también históricos, más bellos de la Isla. Nuestros anfitriones desde hace ya muchos años nos esperaban con la luz del sol brillando suavemente sobre los rosales que cubren los muros que llevan hasta la señorial casa y brillando también sobre las estupendas señoras que iban ascendiendo hasta las puertas previas a la clastra, el lugar elegido para colocar el photocall y donde se sirvió un magnífico aperitivo que acompañaba los encuentros y reencuentros.

Es el momento de saludar a la estupenda Liz Homberg, el alma de la Fundación que nos había convocado un año más en la Finca Son Mir para la ya tradicional cena benéfica de Fundación RANA que, en esta ocasión, proponía subir el telón y disfrutar de una noche de espectáculo y glamour, con actuaciones que nos transportaron según iba transcurriendo la velada de un lugar a otro sin dejar a nadie indiferente. El chef Marc Fosch fue el encargado de elaborar el menú regado con los vinos cedidos por Bodegas José L. Ferrer y cava Freixenet obsequio de Valentin Hotels.

Todo ello pensado con mucho cariño para deleitar a los 220 invitados que asistirán al evento, amigos y empresas que cada año se vuelcan en colaborar para que la recaudación de esa noche sea tan extraordinaria como la causa que motiva el encuentro: la prevención del abuso sexual en niños, niñas y adolescentes, así como la terapia psicológica a personas adultas que fueron víctimas en su infancia. Son más de las que creemos y necesitan el apoyo de todos para superar el trauma que supone vivir esta cruel experiencia. Pero no nos pongamos tristes, se trataba de recaudar dinero divirtiéndonos, y vaya si lo hicimos.

Tras el aperitivo y la sesión de fotos, muchos besos y mas abrazos la estupenda Patricia Moliné, la gran organizadora de la noche, nos guió hacia los nuevos salones de la propiedad. Al inicio y mientras se servía el primero de los platos un coro masculino interpretó una pieza entre monacal y vanguardista que nos puso en alerta. Algo gordo estaba por llegar, se presentía. Los voluntarios, jóvenes, guapos y guapas se afanaban en colocar a cada persona en su mesa correspondiente para que se cumplieran los tiempos

Estaba prevista la colaboración de patrocinadores habituales como: Finca Son Mir. Citysightseeing, Fronda, Lo Music, Imatge & Events, Panela! y Pep Caparros. A los postres hubo tómbola y rifa con importantes premios cedidos por Air Europa, Meliá Hotels International, World2meet, RIU, Relojería Alemana, Piluca Osaba, Tissa Fontaneda, Flanigan, Isabel Guarch y muchos más. Y se subastaron obras de Estefanía Pomar, Ernesto Rodríguez y Natasha Zupan, que fue una de las más elegantes de la noche. La belleza marco la fiesta, y el buen humor.

Tras el discurso de Liz, siempre emotivos, bailarines setenteros nos levantaron de nuestras mesas mientras Paco Colombás nos llevaba una vez más al cielo con su música. Es lo más, él y su equipo Panela. En fin, no hago una lista de elegantes porque me faltaría espacio, pero hubo muchas y muchos, superándose para todos unidos apoyar a Liz y su equipo, luchando en defensa de una infancia y adolescencia sana y feliz. ¡Siempre juntos! ¡Siempre RANA!

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