El Nixe Palace es un clásico entre los clásicos, una posición que no es nada fácil alcanzar. Pero ellos lo han logrado a base de una receta infalible: excelencia en el servicio, un enclave paradisíaco y mucha experiencia en el saber hacer. Por eso nos fuimos para allá con la certeza de que pasaríamos una velada estupenda, de esas perfectas para poner el punto final a una temporada veraniega que cada vez se estira más. Fue una velada llena de sorpresas, con un afterwork para sellar muchos meses de trabajo para todos los colaboradores y amigos del Hotel Nixe Palace.
¡Un evento con mucho amor por Mallorca, como debe ser! Donde todo estaba tematizado sobre la Isla con su tradicional gastronomía de la mano del chef Toni Busquets que, junto a su equipo, preparó exquisitas muestras de nuestros fogones más tradicionales: cocas mallorquinas, panades, cocarrois y, por supuesto, también una variedad de cocas dulces y ensaimadas, perfectas para los golosos. No faltó el detalle de la decoración de las mesas vestidas con telas de llengües, tan nuestras, y plantas típicas autóctonas de las Islas para recrear la atmósfera como si de un patio interior mallorquín se tratara.
Nada más atravesar el portón de entrada se nos daba la bienvenida con la frase «Benvinguts a Can Nixe», otra excelente idea para reencontrarnos con el pasado y la tradición. De ahí nos dirigimos hacia el salón, donde nos recibieron dos divertidas payesas zancudas moviéndose al ritmo de los xeremiers. La velada comenzó con un clásico cóctel a base de licor de palo gentileza de licores Moyà junto una barra de vinos y cavas de la tierra. Opciones que no dejaron indiferentes a los paladares más exigentes. La parte más cómica la puso el reconocido artista finalista de Got Talent Jaime Gili, que hizo vibrar la fiesta provocando las carcajadas de todos los invitados.
Tras finalizar su actuación, una animada batucada nos sorprendió en las terrazas panorámicas del hotel, con esas vistas que cortan la respiración y donde los dimonis con sus correfocs coronaron el punto más mágico y emocionante de un noche llena de tradiciones de la nuestra isla de Mallorca. Como guinda final, no podía faltar la emblemática discoteque, con la música a cargo del DJ Dsax. Una noche inolvidable para despedir una fructífera temporada en un establecimiento hotelero que es todo un ejemplo y que data del año 1957, aquellos maravillosos y elegantes años.