Esta cena nació por inspiración directa de las cenas de Esteban Mercer que organizo en mi casa y en las que, de modo inteligente y empático, invito a personas que no se conocen, pero que, de algún modo, se intuye que van a funcionar. Son personas que deben conocerse para que todo sea más y mejor. Nunca me gustaron las sectas, y a mis amigos parece que tampoco. Personas con duende, con una magia especial. Personas interesantes personal y profesionalmente, abiertas y decididas. Así surgió la cena organizada por Francina Galmés y Xisco Balaguer en su casa de Palma.
Invitaron a doce buenos amigos, todos muy íntimos, pero que pocos se conocían entre ellos. Creo que el mismo día que se mandó la invitación confirmaron asistencia todos sin excepción. Esa ya fue una buena señal de que había ganas. Pablo Erroz, Juan Mena, Isabel Alemany y Paco le Senne, Pau Nadal, Cristina Ferrer y Cristian Alcoba, Martina Benvenutto y Alvaro Anaya y Esteban Mercer fueron, fuimos, los primeros queridos invitados en la primera ronda de cenas de doce que la pareja va a secuenciar de aquí en adelante. ¡Genial! Francina y Xico nos sorprendieron con un aperitivo con tabla de quesos y frutos, jamón y un cóctel de mojito de fresas servido en unas copas de plata centenarias, que resultaron ser más prácticas de lo que pensábamos. Conservan el frío mejor que el cristal.
Después de la cena aparecieron los discursos improvisados, cambios de sitio para entablar conversación con vecinos lejanos y sobre todo mucho cariño, buena música y la sola luz de las velas. Álvaro Anaya nos regaló su duende a la guitarra y algunos de los invitados se arrancaron a bailar por sevillanas. Bailamos sin parar hasta las 4 de la madrugada. Al despedir al último de ellos, en la soledad del caos con la sola luz de una vela, me fascinó la energía que residía en ese instante. Fue simplemente fantástico. De esta maravillosa velada me quedo con las miradas cómplices de cada uno de los comparecientes, con las cálidas caricias al rozarnos, con las carcajadas, que llenaron de autenticidad una cena muy especial. Gracias, a cada uno de ellos.