«La mejor edición». Jaume Ripoll tomó el escenario y celebró una edición «histórica del Atlàntida», la mejor, sentenció. También dio las gracias a la Reina por su presencia en la clausura, y hace bien, puesto que la presencia de doña Letizia, más escoltada que nunca, da al festival una proyección única en todo el mundo. Las redes ardían analizando su look, disfrutaban viendo a una reina chic al lado de Marina Abramovic o de la actriz Isabelle Huppert, que también agradeció a la Reina su apoyo al cine. El entourage de Letizia en Mallorca está cambiando y para muy bien. Y se le nota en el relajo, pero es que ver a doña Letizia ahí, junto a Marina, Juanan Horrach Moyà, Susy Gómez, etc da mucha paz.
En el transcurso de la gala de clausura también se hizo entrega de los premios de la Sección Oficial del festival, una de las novedades de este año. El galardón a la mejor película, dotado con 10.000 euros, recayó en la cinta francesa Softie, de Samuel Theis; y el jurado –integrado por Leticia Dolera, Eneko Sagardoy, Nacho Vigalondo, Mateu Bibiloni, Paula Martín y Sophi Burgüer– concedió una mención especial al filme español Juscqu'ici tout va, de Francesc Cuéllar. Además, el premio del público fue para Soul of beast, del cineasta Lorenz Merz, mientras que la crítica premió a Bruno Reidal, confesión de un asesino, del realizador Vincent Le Port. La actuación de Amaya Romero fue el broche final para unas jornadas únicas. Tocamos el cielo con las manos, la verdad. Voy con el fiestón del verano.