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Capvespres al Sant Francesc

Los chefs Alvar Albaladejo y Carles Forteza sirvieron un menú representativo de su cocina

Luis de las Heras, Tania Baides, Raquel Agüeros y Aina Zanoguera. | Jaime Verd

| Palma |

Por séptimo año consecutivo, la terraza del hotel Sant Francesc ha vuelto a abrirse al público. El último día de mayo se celebró la inauguración del roof top con una fiesta a la que acudieron 140 personas amigas de la casa, que no es poca cosa. La familia Soldevila Ferrer, propietarios del hotel, son además de una calidad humana y una calidez que es un placer formar parte de su vida, ser su amigo o simplemente debatir durante lo que dura un gin tonic.

Al completo la familia voló desde Barcelona para asistir a la apertura del roof top del emblemático hotel de la Plaza Sant Francesc, corazón del casc antic de Palma y convertido desde su apertura en uno de los hoteles de referencia de la ciudad, por su personalidad y su exclusiva ubicación. Lo han hecho muy bien y ahí siguen dando lo mejor de su enorme experiencia.

Los chefs Alvar Albaladejo y Carles Forteza sirvieron un menú representativo de su cocina, que cautivó a todos los presentes. Hasta después del verano, el ático del hotel estará abierto desde las ocho de la tarde hasta las once de la noche, todos los días de la semana, para poder disfrutar de sus preciosas vistas y, a la vez, deleitarse con sus tapas, platillos y cócteles bajo el anochecer de Palma. El grupo The Alp Collective actuó en la primera parte de la velada, creando ambiente, y el Dj Álex del Toro, fijo en el prestigioso Festival de Cine de San Sebastián, amenizó el final de fiesta con gran sabiduría.

No se lo pierdan, vivan la Palma de hoy, que es cool y cosmopolita, con lugares sorprendentes que hace tan solo una década habrían sido impensables. Durante todo el verano se puede disfrutar de uno de los mejores atardeceres de Palma en esta convocatoria que han llamado los ‘Capvespres al Sant Francesc', con un menú delicioso y la gente más guapa alrededor. Un lugar para ver y ser visto, conocer y, quién sabe, enamorarse.

Repito, la Isla posee lugares nuevos y alucinantes que los mallorquines deberíamos aprovechar más, disfrutar más, conocer más, para quitarnos esa idea equivocada de que aquí no hay nada que hacer. Sigo con más oferta.

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