El diseñador Santiago Bandrés y su pareja Ángel pasaron unos días en la Isla visitando a su buena amiga Cristina Macaya, a la que visten habitualmente, lo mismo que a muchas otras señoras de nuestra mejor sociedad. Hay noticia, aunque no sé si es un poco pronto para contarlo, así que me lo reservo. Solo les anuncio que Bandrés se ha asociado a una conocida empresaria de moda mallorquina para crear una línea de ropa que tiene todas las de ganar. El saber hacer de ambos es garantía de éxito.
Con esa excusa reuní a los directores de cine Ana González y Frederick Bernas, que coincidieron con Jaume Ripoll, creador de la plataforma Filmin y propietario exitoso, además de creador del Atlantida Film Festival. Junto a ellos mi adorada María Juan de Sentmenat y Patrick Pop, guapo entre los guapos, al empresario, galerista y mejor amigo Juanan Horrach, a Susy Gómez, que me lo ilumina todo en un santiamén. Es cierto, es una de mis luces en el horizonte, un faro al que siempre miro cuando necesito orientación. Y eso me ocurre desde la más tierna infancia. Con ella compartimos experiencias en Pollença, Barcelona y ahora por el mundo. Es vernos y sentir el amor fraternal de la verdad. Susy es verdad, pura y dura.
Como la cosa no podía quedarse ahí, llegó por sorpresa el gran estilista Frank, conocido por todos, aunque cada vez está más cachas. Lo cierto es que la noche resultó perfecta con la compañía de Maite Arias, que bromea con todo desde una elegancia y una inteligencia supina, y la buena conversación de todos. No podía faltar mi pareja preferida, el periodista Adrián Bono, cuya madre acaba de sacar disco, y Cristian Bustos Riera, el mallorquín más rubio de todos, en el mejor de los sentidos. Con ellos la vida se ilumina más y más. Acabaremos montando un árbol de veinte metros.