La cadena 40 Principales entregó sus premios en Palma en la que fue una elección acertadísima pues a la sorpresa se unió una localización espléndida y poco explotada para este tipo de ceremonias, una organización también perfecta, en todo, y de principio a fin, salvo en una cosa que nadie hace y según la que más disfrutó, Susy Gómez, es fundamental, que hayan cargadores de móvil repartidos a diestro y siniestro pues quedarse sin batería en un acontecimiento como este es el mayor de los dramas imaginables.
Llegamos a la cita puntualmente y con chófer privado de una personalidad importante que quiere mantener su anonimato lo que nos ayudó a poder entrar superando colas que incluso en la zona VIP eran inevitables. Nada más pasar el primer control y acceder al recinto la vista que nos regaló, con un velódromo casi vacío y desde el escenario central en la pista fue alucinante. ¡No sabíamos donde estábamos!. La luz, el sonido envolvente, la belleza de la decoración en todo el espacio inmenso creado a base de luces e imágenes proyectándose en las gradas, en la pista convertida en pantalla inmensa y en los cubos que se suspendían de los techos como si volaran, convertían la escena en una locura.
Obviamente todos los que entraron detrás, la mejor de la mejor sociedad mallorquina, ponían una cara similar a la nuestra y es lógico que así fuera. Mesas redondas para patrocinadores e invitados vips se distribuyeron alrededor del escenario que dividía el coso en dos. Comenzaron a llegar entonces todas las caras más conocidas de la música, algunos que parecían inalcanzables de repente se hicieron humanos y bajaron a la tierra cual lluvia de estrellas inesperada.
Fue un regalo mágico ver a Pablo Alborán charlar animadamente con su buena amiga Vanesa Martín, o poder charlar con Ed Sheeran como si no fuera el ídolo de millones de personas, o ver a Rosalía casi casi sin maquillar, convertida en una niña, demostrando que está dando un paso más en su carrera de gran diva, despojada ya de uñas imposibles y gestos exagerados para mostrarnos otra faceta más madura, digo yo. Quién sabe. No faltó tampoco quien maneja el cotarro musical en este país y que es un hombre increíble, educado y de gesto cariñoso, Narcis Rebollo, que estaba con su hijo mientras que su mujer, Eugenia Martínez de Irujo, le esperaba en Madrid para partir a la mañana siguiente muy temprano a LA. Son una pareja ideal la duquesa, hija de la duquesa de Alba, y el presidente de Universal Music. En fin, que me lío, véanlo.
He de decir que todo, desde el catering servido por La Alacena, que dio el do de pecho, al espectáculo, la alegría en el ambiente, el saber hacer de todos los artistas y del público en general, la animación en las mesas, al principio tenue para acabar siendo todas una fiesta y la estrella de la noche, que además recibió premio especial de una emocionada Rosalía. Rafael Nadal, que estuvo acompañado por su esposa María Francisca Perelló, monísima y discretísima, con una clase de quitarse el sombrero, y por su hermana bellísima y encantadora, Maribel Nadal. Creo que la hermana de Rafael es una de las chicas mas guapas de Mallorca, y de las que más interés social tiene, y que me perdonen las demás.
Cerca estaba el gran Carlos Moyá con Carolina Cerezuela, cada día más guapa, y con ellos nuestro querido Jaime Anglada. Me encantó ver a mis amigos de la SER Mallorca con su director a la cabeza Josep Roquer, a Belén Puerto con su marido Gabriel Escarrer, y a tantos y tantos que es imposible nombrar a todos los que esa noche mágica nos hicieron felices. Después de la entrega de premios, la fiesta se traslado a Son Amar, con música y zona vip y muchos entusiastas de la música que bailaron hasta las 5 de la madrugada. Parece que la vida vuelve a la vida.