El pasado 11 de septiembre, coincidiendo con el 20 aniversario del atentado de las Torres Gemelas, la artista Elena del Rivero inauguró en compañía de la directora del museo y de miembros del Patronato, una exposición que he de calificar de sublime. Primero por la coincidencia de los tiempos, puesto que el aniversario tenía que ver, y mucho, con la temática de la instalación que lleva a recorrer el museo como nunca antes habíamos visto. Todo, incluido el ágape que se sirvió tras el recorrido, formaba parte de esta instalación de altísima calidad artística que no han de perderse.
Elena del Rivero estaba en Madrid cuando supo que su marido veía hundirse las torres vecinas a su estudio. Fue de los que vimos correr para que no les alcanzara la ola de humo tóxico y polvo. Elena tardó mucho en poder volver a su estudio y cuando lo hizo encontró cientos de documentos que desde las torres habían invadido su espacio de trabajo donde, casualmente, ya trabajaba con correspondencia de otros. Esos documentos adquieren otro significado tras ser recopilados y trabajados por Elena.
El 11 de septiembre de 2001 es inolvidable, el de 2021 en Palma también lo será. Con esta exposición Elena reconstruye la historia de la mejor manera posible. Por cierto, la convocatoria fue sublime y se vivieron momentos de enorme emoción que solo se viven si uno está en el sitio justo y en el momento adecuado.