No les extrañará nada vernos en casa de Geraldine Carré Bauer, todos con la PCR negativa, reunidos para una sesión de trabajo en la que participamos María Juan de Sentmenat, Dominik von Stauffenberg y la maravillosa Alexandra Senes, que es una mujer elegantísima, brodeuse de voyage que ha decidido establecerse en Palma pudiendo elegir el mundo.
No les puedo adelantar nada del proyecto, aunque los listos sabrán descubrirlo sin necesidad de que se lo contemos. Será algo muy cool. Respecto a las PCR, hay que decir que María estaba recién llegada de Suiza, Geraldine y su familia recién aterrizaban de París, y Dominik y yo recibimos la confirmación el mismo día de la cena. Para que nadie se asuste.
Aún así cumplimos con la normativa reglamentaria guardando las distancias salvo para las fotos de rigor, en las que pido que la gente se achuche un poco para dar normalidad a la anormalidad. Miren, tener que dar explicaciones es un coñazo, pero si no queda otra lo haré cada vez que sea necesario. A lo que iba.
La cena, deliciosa como todo lo francés, con pasteles de Palma, sirvió para que alucináramos de nuevo con la maravillosa colección de cerámicas de nuestra anfitriona. Cerámicas de Mallorca que Geraldine vende al mundo con gran éxito. ¡Que bien lo pasamos, por cierto!