La artista Francesca Martí nos convocó el pasado sábado para un almuerzo entre amigos en su preciosa casa situada en la frontera de Fornalutx y Sóller, sobre un alto que domina las dos poblaciones, con unos perfiles maravillosos, lo que hoy se llama el sky line, que otros pueblos se cargaron desgraciadamente hace años para poder crecer pareciéndose más a una ciudad del desarrollismo que a pueblos de Mallorca con un pasado cultural glorioso que habría que haber conservado a toda costa. Precisamente por esa conciencia ecológica, vital sobre todo, es tan importante el trabajo que desarrollan la hija de la artista y su marido.
El almuerzo que disfrutamos en el Pla del Bisbe, bajo el porche y sin protocolos de ningún tipo, salvo los que marca la educación más elemental, fue elaborado por Bárbara Martí Martí y Martín Lucas para que pudiéramos saborear en plena naturaleza, y con las vistas más increíbles, rodeados además de cientos de variedades de árboles frutales y con un sol y temperaturas perfectas, olor a montaña, a tierra y a verde, los colores de sus panes. Sí, saborear colores, porque los colores se huelen y se saborean a poco que uno imponga su voluntad de disfrutar y es lo que hicimos.
Pan de carbón negro y pan rosa de remolacha para acompañar los mejores tomates, un guiso de calabaza riquísimo, pimiento verde, almendras y de postre clementinas dulcísimas, recién cogidas del árbol. El caso es que Bárbara y Martín por fin han podido abrir su hotel Ecocirer de Sóller, ya con clientes dispuestos a vivir una experiencia única en la Serra, pues el matrimonio se encargará de que los huéspedes puedan conocer cómo se vive y respira el campo de Mallorca y sus frutos desde una máxima que es la conservación de la salud, desde el centro del universo que es Mallorca.
Aunque no lo crean, esta isla se está convirtiendo en el hogar de familias muy top que harán de ella un lugar único en el mundo. Entre los invitados estaban Hans Vehagen (Prodrive Technologies The Netherlands), Zoe Thomczyk con sus padres, los prestigiosos arquitectos Karin Thomczyk y Andreas Thomczyk (arquitectos en Beijing Any Scale), y algunos amigos de la zona que no quisieron dejar perderse la oportunidad de pasar un día maravilloso. Después del paseo entre los árboles y de admirar las fabulosas figueres de moro pasamos al estudio de Francesca Martí, donde la artista prepara sus nuevas exposiciones. Visitarlo siempre es una experiencia única, pues el estudio de una artista habla más de él que la mejor de las exposiciones.
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