Qué les voy a decir de mi amiga Kettylin Magnusson que ya no sepan. Lo curioso es que viendo las fotos parece una eternidad y sucedió la semana pasada esa salida en barco deliciosa a la que nos invitó Kettylin, para pasar un día entre amigos con la maravillosa Lucila Siquier.
Aparte de la maravilla de barco que es el Lady K, estar en esta compañía es la mejor vida que uno pueda imaginar aunque sea solo para unas horas deliciosas.
Es lo que tiene esta Isla, que te llaman mientras estás trabajando en tu ordenador, te invitan a navegar y en una horita estás en un barcazo, en una calita maravillosa de aguas cristalinas rodeado de barcos igual de maravillosos que el que te lleva, o sea, estás en un mundo casi perfecto y en solo una hora. Lo que les decía, de cine de amor y lujo. Lo que nos reímos los tres solos. Mejor no sigo.