El conductor que provocó el grave accidente en Son Oms es hijo de un hombre que tiene una empresa en Brasil de reconocimiento facial para estadios de fútbol. El joven, nacido hace 27 años en Río de Janeiro, llegó a Mallorca el pasado martes y tenía previsto quedarse hasta mañana 18 de julio. Trabaja en el proceso de expansión internacional de la compañía de su padre y gana unos 3.000 dólares al mes, según han informado fuentes de la investigación del accidente a este periódico.
El juez de Instrucción número 8 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia, ordenó su retirada de pasaporte y del carné de conducir y le obliga a comparecer cada 15 días en los juzgados. El joven, que no podrá salir de España, se encontraba de vacaciones en la Isla con su primo, brasileño de 23 años, y dos amigas, de 23 años y la misma nacionalidad.
Los cuatro ocupantes del BMW Serie 4 de color blanco que alquilaron el martes por la mañana estaban alojados en unos apartamentos de Magaluf. El miércoles de madrugada, cuando el conductor invadió el carril contrario y chocó de frente con el Kia Picanto en el que iban las cuatro jóvenes, habían estado de fiesta en la discoteca Amok de s’Aranjassa.
El joven, asistido por el abogado Bryan Jiménez, del despacho Raso & Asociados, reconoció ante el juez que llegaron a la discoteca sobre las dos de la madrugada y que bebió «máximo» tres copas de vodka con zumo de naranja. Según su versión, se plantearon coger un Uber, pero no lo hicieron porque se veía bien para conducir el BMW Serie 4 que habían alquilado para pasar las vacaciones en Mallorca.
El conductor del coche, que fue detenido por la Guardia Civil, explicó que no vio el otro vehículo y que no sabe si llevaba o no las luces encendidas o si apareció de una calle lateral. «Vi un flash de luz y aparecimos fuera del coche con la nariz sangrando… había gente gritando».
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