Un agente de la Guardia Civil ha aceptado una condena de cinco meses de cárcel por traficar con anabolizantes y otros medicamentos en Mallorca. El agente, que fue detenido por sus compañeros en la 'operación Constante', llevada a cabo en 2015, se ha declarado culpable este jueves en la Audiencia de Palma de un delito contra la salud pública y otro de omisión del deber de perseguir delitos y ha aceptado una multa de 1.800 euros.
Otros 19 acusados han aceptado penas que suman casi 37 años de prisión por vender droga en Palma y Cala Millor. La fiscal ha tenido en cuenta la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada, ya que la causa ha permanecido paralizada por causas ajenas a los procesados, que han asumido condenas de entre cinco meses y tres años y medio de cárcel.
Cientos de anabolizantes en su casa
El guardia civil distribuyó anabolizantes y fármacos con la ayuda de su pareja, que también ha sido condenada, en Mallorca. El agente tenía un contacto en Linares, Jaén, al que le adquiría las sustancias para incrementar las capacidades físicas y después las vendía en la Isla. Los investigadores del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) encontraron en su domicilio de Llucmajor cientos de comprimidos de anabolizantes.
La organización, que estaba formada por personas de nacionalidad española, colombiana, nigeriana, italiana y dominicana, fue desmantelada tras una macrooperación de la Guardia Civil. Los agentes se incautaron de importantes cantidades de cocaína, cannabis y anabolizantes, dinero en efectivo y móviles. En uno de los registros encontraron más de 1 kilo y medio de cocaína con una pureza superior al 60 por ciento y un valor de mercado de casi 150.000 euros.
Los acusados, que operaban a través de una estructura jerarquizada y con funciones diferenciadas, se dedicaron a distribuir distintos tipos de drogas. Los jefes del grupo contaban con proveedores internacionales en Holanda y Colombia, así como correos humanos que trasladaban la sustancia estupefaciente a Mallorca. Los agentes de la Guardia Civil realizaron 21 registros en domicilios de Palma, Son Servera, Marratxí, Llucmajor, Alicante y Madrid e intervinieron 9,5 kilos de cocaína a la organización.
No puede ser, un guardia sivil