Un hombre que violó a una masajista en Palma en 2014 tras hacerse pasar por policía nacional ha aceptado una condena de cuatro años y cinco meses de cárcel. El acusado, que también intentó agredir sexualmente a otra mujer, se ha declarado culpable este miércoles en la Audiencia. El agresor, que deberá indemnizar a la primera de las víctimas con 20.000 euros y a la segunda con 1.000, ya fue condenado a 12 años de prisión en 2022 por hechos similares.
La fiscal ha tenido en cuenta la circunstancia de dilaciones indebida como muy cualificada ya que el proceso judicial ha estado paralizado por causas ajenas al investigado. La Fiscalía reclamaba al principio una pena de 15 años de prisión para el hombre por agresión sexual y usurpación de funciones públicas. El abogado de la defensa, Martí Ciucio, ha llegado a un acuerdo con el letrado de la acusación particular y la representante del Ministerio Público y han rebajado su petición a cuatro años y cinco meses.
Los hechos ocurrieron durante la mañana del 27 de febrero de 2014. El acusado, de 47 años y nacionalidad española, contactó con una mujer que se anunciaba en varias páginas web como masajista. Concertaron una cita y quedaron ese mismo día, a las 13.20 horas, en el domicilio de la perjudicada.
La mujer abrió la puerta de su casa y el procesado se identificó como policía nacional. Exhibió una placa similar a la que llevan los agentes, unas esposas y un radio transmisor. El hombre también le enseñó un documento similar a una denuncia en el que, según le manifestó, sus vecinos se habían quejado por su actividad y la tenía que detener.
La mujer empezó a llorar. El hombre le comentó que si colaboraba podían llegar a un acuerdo para no detenerla. El acuerdo consistía en que la víctima tenía que practicar sexo con él. A continuación el acusado la forzó y le cogió fuerte del pelo para que le practicara una felación. El agresor le indicó en repetidas ocasiones que si no colaboraba la detendría.
El 12 de febrero de ese año, llamó a otra mujer que también se anunciaba en páginas web como masajista y concertaron una cita. El acusado se presentó en la casa de la chica al día siguiente y se identificó como policía. Llevaba una emisora similar a la que utilizan los agentes y manifestó a la mujer que varios vecinos le habían denunciado por la actividad que desempeñaba.
La perjudicada llamó enseguida a su madre y el hombre se marchó de la vivienda. La víctima tuvo secuelas a raíz de este episodio. La primera de las perjudicadas ha sufrido ansiedad a la hora de ejercer su profesión, así como miedo a represalias por parte del procesado y a salir sola por la noche.
La roqueta...😅Si, pero antes la castracion fisica y quimica.