Un conductor temerario imputado por un accidente en la Isla sostuvo ante los investigadores, días después del siniestro, que esa tarde se había visto cegado por el sol. Pero no calculó que en el atestado aparecía la hora exacta: «Es imposible, acababa de anochecer». El tipo se removió, incómodo: «Pues yo qué sé, sería la luna».
El conductor que se deslumbró por el sol
Cada semana, Javier Jiménez, subdirector de Ultima Hora que durante años encabezó la sección de Sucesos, publica una serie de anécdotas que ha ido recopilando

Buenísimos artículos! Me arrancan una carcajada...y ya es difícil con lo que nos toca vivir!!