El Pablo Escobar de marca blanca. Un colombiano de 44 años se identificó como el mayor narcotráficante de la historia ante los agentes que le detuvieron por intentar conquistar el corazón de las clientas de un hotel de Pere Garau. Este 'latin lover' había bebido más de la cuenta y sacó sus múltiples personalidades. Quién sabe si terminó haciéndose pasar por algún dictador en los calabozos...
Toda esta historia surrealista ocurrió el viernes pasado en la barriada, donde el personal de un complejo solicitó la presencia de la policía local ya que el Pablo Escobar de Palma se encontraba liándola parda en el hall del hotel junto a otros colegas que también habían consumido unas cervezas (y quizás algo más...) Al parecer, el varón intentó seducir a las mujeres que allí se encontraban, profiriendo piropos. En su cabeza sonaba perfecto, pero no se dio cuenta de que a las mujeres de hoy en día no les hace falta que venga un 'flipado' a decir lo guapas que van.
Cuando llegaron los agentes, la directora del complejo explicó todo a los policías y señaló al protagonista, que se encontraba sentado en una plaza. Los funcionarios le pidieron que se identificara y éste se ofendió (normal, ¿cómo la policía no va a conocer al mayor narco que ha existido nunca?) y comenzó a gritar: «Yo soy Pablo Escobar».
El 'cazador' vio a su próxima presa: una agente que trataba identificarle. No se le ocurrió nada mejor que intentar seducir también a la funcionaria acercándose a su boca en varias ocasiones, mientras le lanzaba besos y florecitas. Uno de los compañeros de ella intervino y 'el señor de la noche' la quiso emprender a golpes con él y terminó detenido. Algo decepcionante, ya que el auténtico Pablo Escobar no lo hubiera puesto nada fácil. Si algo nos ha dejado claro, es que más vale que no intente ligar ni a través de Tinder.