Comparten apellido con el exfutbolista del Villareal Santi Cazorla, pero tienen otro tipo de habilidades. Una banda de seis ladrones liderada por dos hermanos que se apellidan Cazorla se enfrentan a penas que suman 56 años de cárcel por robar 116.000 euros en tres cafeterías Cappuccino de Mallorca en menos de 24 horas y en otros establecimientos de Eivissa y Formentera.
La Audiencia de Palma había señalado una vista a prevención este viernes, pero no ha habido acuerdo entre las defensas y la fiscal y los acusados serán juzgados del 17 al 20 de febrero de 2025.
Los golpes en las cafeterías de Mallorca se produjeron en agosto de 2015. Los seis acusados organizaron un viaje a la Isla para llevar a cabo de forma conjunta una serie de robos. Entre las 21.00 horas del 7 de agosto y las 8.00 del 13 del mismo mes se dirigieron al concesionario Audi situado en el Camí Vell de Bunyola y tras saltar una verja de dos metros de altura se apropiaron de un Audi A6 que tenía las llaves en el interior y se lo llevaron.
Uno de los delincuentes se había presentado entre los días 3 y 7 de agosto en la cafetería Cappuccino de la calle San Miguel de Palma vistiendo un uniforme de una conocida empresa de telefonía. Entre las 23.30 horas del 22 de agosto y las 9.00 horas del 23 se personaron en el local y utilizaron una palanca para romper la puerta de emergencia y acceder al interior.
Una vez en la planta baja utilizaron un soplete para abrir una de las cajas de seguridad y apropiarse el dinero que había en su interior. A continuación, subieron a la primera planta, rompieron las puertas de acceso y se llevaron una caja de seguridad y abrieron otra con un soplete. Luego se dirigieron a la segunda planta y llevaron a cabo el mismo procedimiento para abrir otra caja y sustraer el dinero que había dentro. En total se llevaron 67.000 euros, tres cajas fuertes pequeñas y 23 llaves de aperturas de las cajas de otros establecimientos de la cadena.
El 24 de agosto, sobre las 4.00 horas, acudieron al Cappuccino del Port d'Andratx y arrancaron una lama de madera de una de las ventanas del local, se introdujeron en el interior y localizaron tres cajas fuertes. Dos de ellas las abrieron con las llaves que cogieron en la cafetería de la calle San Miguel y la tercera la arrancaron de la pared. El botín ascendió a 15.600 euros y rompieron las alarmas del establecimiento.
Horas después fueron al Cappuccino del Port Portals y tras encontrarse una de las puertas abiertas accedieron al interior. Los ladrones localizaron las cajas fuertes y con las llaves que habían sustraído de la cafetería palmesana abrieron dos cajas y se llevaron 34.000 euros. Un vigilante de seguridad sorprendió a los delincuentes y uno de ellos le arrojó un spray pimienta a los ojos para que no pudiera perseguirlos provocándole una ceguera momentánea.
Uno de los acusados fue interceptado por agentes de la Policía Local de Calvià cuando circulaba a toda velocidad en un Seat Altea tras la comisión del robo en el Cappuccino del Port Portals. Los policías encontraron en el interior del vehículo un librillo de propaganda de los locales Cappuccino, guantes, siete rollos de cinta aislante, una tarjeta de acceso al Club de Mar de Mallorca, así como herramientas y varios instrumentos utilizados por los sospechosos para perpetrar los robos.
Los otros cinco encausados, que habían alquilado una embarcación para ir a Mallorca, fueron interceptados por agentes de la Guardia Civil el 24 de agosto cuando volvían a Eivissa. Al ver la patrulla, uno de los acusados arrojó por el costado del barco una maleta de viaje en cuyo interior había bolsas de autocierre con monedas, posavasos de cartón de Cappuccino, billetes de diferente valor quemados y dos estuches con monedas. Los agentes intervinieron 1.513 euros robados en el establecimiento de Palma.
Pobre Santi Cazorla, que modo más gratuito de traerlo a una noticia de chorizos.