Un juzgado de lo Penal de Palma condenó este miércoles a 40 días de trabajos comunitarios a un joven, español de 27 años, por secuestrar el gato de su expareja en febrero del pasado año. El procesado se declaró culpable de un delito de coacciones y aceptó la pena impuesta, que además incluye una orden de alejamiento y comunicación respecto de la chica durante cuatro años.
Los hechos se remontan al 16 de febrero del pasado año, cuando el acusado, para provocar un grave malestar y molestia a su exnovia, se personó en el domicilio de la joven para apoderarse de la mascota de ella, un gato. El procesado mantuvo el animal durante varias horas en su poder, encerrado en su coche, causando a la víctima angustia y ansiedad.
Tras la denuncia interpuesta por la perjudicada, el sospechoso fue arrestado y un juzgado de Instrucción dictó una orden de protección en favor de la chica. Inicialmente la Fiscalía solicitaba para el acusado un año de prisión. Tras la conformidad alcanzada la magistrada dictó sentencia en el mismo acto.